La imagen dura pocos segundos. Pero es demasiado elocuente. Un hombre se para frente al portón y espera la llegada de un chico que no tiene más de 18 años. Luego, el pase de manos. Uno que le da algo a otro y recibe algo a cambio. Nadie que vea la imagen creerá que el adulto le está dando al adolescente dinero para que compre chupetines. Más aún cuando el adulto es Cristian Achén, imputado de comercialización y tráfico de estupefacientes. La imagen bien podía ser parte de la investigación que durante meses realizó la Policía para poder detener a Achén. Pero no. La imagen fue tomada cuando el hombre lleva 11 meses detenido. Y fue grabada en la puerta de la comisaría de El Manantial. En este caso, tal como reza el dicho, una imagen vale más que mil palabras.

Los policías que el sábado esperaron a Gendarmería Nacional a sabiendas del allanamiento que iba a concretarse no parecían estar muy al tanto del video que los puso en el centro de la escena para la Justicia Federal. Pero el video existe y ya está en manos del juez federal Mario Racedo. Fue filmado con un teléfono celular hace unos 10 días, según confesó el autor. Achén aparece absolutamente tranquilo en la puerta de la comisaría, mientras dos adolescentes juegan junto a unas motos que están estacionadas en la vereda. Nadie parece advertir que el hombre debería estar preso. Hay un dato importante para los investigadores: la ropa que lleva puesta el sospechoso (un buzo azul con dos rajas blancas horizontales) es el mismo que tiene en la foto en la que se lo ve junto a su hermano Rodolfo sonriente sobre una moto de la Policía, también dentro de la comisaría de El Manantial.

Fue este video el que llevó a Racedo a ordenar el allanamiento. Para él era evidente que algo no estaba bien. Pero la medida dio resultado negativo. Racedo luego supo que los policías ya estaban al tanto del operativo que debía concretarse.

La autora

¿Quién fue la persona que filmó el video? Reside en El Manantial y hace unos días denunció a varios policías de esa comisaría por haber golpeado a su hija. Esto ya lo saben los policías, y así lo hizo saber ante LA GACETA el comisario general Víctor Pacheco, jefe de la Regional Oeste. "Esta persona actuó por despecho. Se le prohibió hacer el trabajo que estaba realizado (cuidar motos frente a la plaza de El Manantial) ya que estaba ocupando un lugar que no le correspondía", explicó. La persona denunciante asegura que el espacio en el que estaba trabajando le había sido cedido por empleados de la comuna. Esta persona se presentó el sábado durante el allanamiento, y los gendarmes la trasladaron para que declarara ante Racedo. Allí denunció amenazas y presiones de parte de los policías. "Me dijeron que si hacía conocer el video la iba a pasar muy mal", aseguró. El juez federal ordenó que tuviera custodia, al igual que toda su familia. El abogado Manuel Ruiz representa al vecino, que aseguró tener más pruebas sobre las lesiones que sufrió su hija y sobre las irregularidades en la comisaría.

El reclamo del informante tuvo eco entre otros vecinos. "Tenemos muchas quejas de la Policía de la zona. Muchas veces tenemos que pagarles nosotros para que hagan prevención", dijo Mario Ledesma, que vive a metros de la comisaría.

Achén y su hermano Rodolfo deberían haber estado en la cárcel, pero por un conflicto económico con la Nación, el Servicio Penitenciario no está recibiendo a los presos federales.

Allegados a Racedo contaron que el juez no podía creer lo que veía mientras observaba el video. También aseguraron que se había molestado muchísimo ya que nadie le había notificado que hace una semana Rodolfo Achén fue trasladado a la comisaría de Lules, luego de haber peleado con su hermano. Y que el sábado lo llevaron a las apuradas otra vez a El Manantial.

El comisario Pacheco rechazó todas las acusaciones contra el personal policial. "Como jefe Regional jamás aceptaría una cosa así. Es imposible que un detenido venda droga dentro de una comisaría. Por eso yo estuve presente durante todo el allanamiento, para respaldar al personal y para asegurarme de que efectivamente no hubiera nada raro", dijo. "Para mi sería inconcebible que se vendiera droga dentro de la dependencia. No es cierto. Si yo me hubiera enterado habría tomado medidas en el acto. Nadie puede encubrir algo así", aseguró.

Durante el allanamiento del sábado, Gendarmería no encontró ninguna sustancia ilegal ni en la comisaría ni en las casas de los hermanos Achén. Incluso se utilizó un perro entrenado especialmente para detectar narcóticos. Pero "Abigail" no olfateó nada raro.

Racedo ordenará que el video sea sometido a pericias, para tratar de determinar si no fue adulterado. Mientras tanto ordenaría que ambos hombres sean trasladados. Si se comprueba la venta de droga, todos los policías que trabajan en El Manantial serán llamados a declarar y luego se determinará si se les imputa algún delito.